viernes, 20 de agosto de 2010

Consejos Utiles en la Diabetes

¿Qué es la Diabetes?

La diabetes mellitus es un grupo de enfermedades que se caracterizan por niveles altos de glucosa en la sangre, como resultado de una producción deficiente de insulina, una acción inadecuada de esta hormona, o ambos factores. La diabetes puede provocar graves complicaciones, disminuyendo la esperanza de vida; por eso es importante que las personas que padecen diabetes tomen algunas medidas para controlar la enfermedad y disminuir el riesgo de complicaciones.

Los distintos tipos de diabetes:
La diabetes tipo 1, antes conocida como diabetes mellitus insulinodependiente (IDDM, por sus siglas en inglés) o diabetes juvenil, se manifiesta cuando el sistema inmunológico del organismo destruye las células pancreáticas beta, las únicas células en el cuerpo que producen la hormona insulina, encargada de regular el nivel de glucosa en la sangre. Este tipo de diabetes, por lo general, afecta a niños y jóvenes, pero la enfermedad puede aparecer a cualquier edad. La diabetes tipo 1 representa entre un 5% y un 10% de todos los casos de diabetes diagnosticados y sus factores de riesgo pueden ser genéticos, ambientales y del sistema inmunológico.

La diabetes tipo 2, conocida en el pasado como diabetes mellitus no insulinodependiente (NIDDM, por sus siglas en inglés) o diabetes de los adultos. Por lo general, comienza como una resistencia a la acción de la insulina, un trastorno en el que las células de los tejidos no responden a la insulina de manera adecuada. Por ello, la glucosa no puede ingresar a las células que la necesitan, y empiezan a aumentar sus valores en la sangre. Esto último es detectado por el páncreas, el que libera más cantidad de insulina a la sangre.Con el paso del tiempo, el páncreas se va agotando y pierde paulatinamente su capacidad de producir insulina. A la diabetes tipo 2 se la relaciona con la obesidad, antecedentes familiares de diabetes, antecedentes de diabetes gestacional, tolerancia disminuida a la glucosa, falta de actividad física, y raza u origen étnico. Aunque también se la asocia con la edad avanzada, es cada vez más común el diagnóstico de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes. La diabetes tipo 2 representa entre un 90% y un 95% de todos los casos de diabetes diagnosticados.

La diabetes gestacional es un trastorno metabólico transitorio, con resistencia a la acción de la insulina, que puede desarrollarse en algunas mujeres durante el embarazo. Hay mayor predisposición entre las mujeres obesas o con antecedentes de diabetes en la familia. La diabetes gestacional debe ser tratada para normalizar los niveles de glucosa en la sangre de la madre y evitar complicaciones para el bebé. Después del parto, entre el 5% y el 10% de las mujeres con diabetes que presentaron gestacional, persiste con intolerancia a la glucosa o con diabetes en forma permanente.

Existen otras formas específicas de diabetes que sólo representan entre un 1% y un 5% de todos los casos diagnosticados de la enfermedad, como la diabetes que aparece cuando los jóvenes llegan a la madurez, o los trastornos del metabolismo en los que puede haber altos valores de glucosa en sangre, como los que aparecen frente a cirugías, medicamentos, desnutrición, infecciones y otras enfermedades.


La importancia de saber convivir con la enfermedad

Si bien el diagnóstico de esta enfermedad es importante, el pilar para sostener una vida saludable y no condicionada, es lograr que el enfermo sepa convivir con la enfermedad.

Convivir con la diabetes no significa vivir con limitaciones sino que, conociendo y siendo partícipe del tratamiento junto con el médico, se puede llevar adelante una vida activa y plena y evitar así complicaciones a largo plazo (por ejemplo: desórdenes de la visión, ceguera, cardiopatías, accidente cerebrovascular, fallas de riñón, amputaciones en los miembros inferiores, trastornos del embarazo, etc).


Síntomas:
La diabetes es una enfermedad muy común pero poco diagnosticada, debido a que durante muchos años las personas pueden no tener síntomas.
Por eso, es recomendable reconocer aquellos síntomas que pueden ser originados por tener en sangre valores de glucosa muy altos:
• Micción frecuente.
• Sed y hambre inusuales.
• Pérdida de peso (incluso teniendo conservados el apetito y la ingesta de alimentos).
• Visión borrosa.

La Asociación Norteamericana de Diabetes recomienda el test de glucosa en ayunas, al menos una vez cada tres años; o con más frecuencia, si la persona presenta diversos factores de riesgo para desarrollar diabetes, a:
• Todos los adultos mayores de 45 años.
• Todas las personas con un índice de masa corporal de mayor o igual a 25 y al menos uno de los siguientes:
- Si no realiza actividad física en forma regular.
- Padres o hermanos con diagnóstico de DBT.
- Mujeres cuyos hijos tuvieron un peso mayor a 4 kg al nacer.
- Mujeres que han presentado diabetes gestacional.
- Personas con alteraciones en el colesterol: colesterol HDL menor a 35 mg/dl o triglicéridos mayor o igual a 250 mg/dl.
- Personas con presión arterial alta: presión sistólica de 140 mmhg o más y diastólica de 90 mmhg o más.
- Personas con enfermedad vascular (enfermedad coronaria, trastornos arteriales en las piernas y/o accidente cerebrovascular)
- Si previamente tuvo un test de glucosa en ayunas alterado, aunque no lo suficiente como para diagnosticar diabetes.

Consejos para prevenir la diabetes:
• Realizar actividad física.
• Evitar el sobrepeso y la obesidad.
• Tener una alimentación equilibrada.

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